El albaricoque es un fruto del albaricoquero. Aunque en sus inicios fue propio de las zonas de Asia, pronto se multiplicó su cultivo y Europa fue cautivado con su dulce sabor.
No es un árbol muy alto, por lo que su plantación puede hacerse en espacios reducidos, pero hay que estar alerta con ciertas complicaciones que conlleva este proceso.
Este artículo estará dedicado a explicar las más conocidas enfermedades del albaricoque, así como otros aspectos que ayudarán a cuidar tu planta. ¡No te lo pierdas!
Gomosis del albaricoque
Existen muchas enfermedades de los albaricoques. Es una alteración fisiológica muy común, que aunque no se atribuye directamente a los insectos, virus u hongos, estos pueden favorecer a dichas complicaciones.
Suelen darse por los tratamientos errados, la falta de tierra con los nutrientes necesarios, los recortes excesivos, extrema sequía o exceso de humedad, ataques violentos de parásitos o de los animales.
El albaricoque con gomosis es pequeño, puesto que dicha enfermedad debilita a la planta. Aparece producto de la formación de una sustancia blanda y viscosa en los tejidos del árbol, que se filtra por sus hendiduras.
El tratamiento consiste el localizar cuál es la causa de la secreción y corregirlo. Puede ser podar con moderación, abonar adecuadamente o drenar el suelo. También, limpiar las heridas lavándolas con acetato de cobre, agua y permanganato potásico.
Cribado en el albaricoque
Entre las enfermedades del albaricoque, se encuentra la llamada «perdigonada». Se genera por un hongo muy resistente a las altas temperaturas, por lo que puede nacer en el invierno con las condiciones adecuadas.
Los daños se aprecian en las yemas de la madera y los botones de la flor, los cuales se secan o simplemente desaparecen. En ocasiones, se escurre un rastro de goma color negro desde la base hasta el punto atacado por la enfermedad, y es capaz de contaminar las otras yemas inferiores del árbol.
En las ramas, los síntomas son desecamientos, escurrimiento de gomas o manchas color marrón rojizo. Mientras que en los frutos, causa manchados rojos que pueden hacerle confundir con los ataques del piojo de San José.
Sobre las enfermedades y tratamientos del albaricoque, en este caso, la solución se basa en la poda y quema de las partes afectadas. Además, se recomienda el uso de caldo bordelés en conjunto de un adherente al 2%, cuando inicia las caídas de las hojas.
La prevención es mediante el abonado correcto, y así darle al árbol de albaricoque los nutrientes necesarios para luchar contra la enfermedad.
Sharka en el albaricoque
Estos árboles albaricoque son altamente susceptibles a las enfermedades del albaricoque; y el virus Sharka, conocido también como el Plum pox virus, no es la excepción.
Pese a que existen 4 distintos tipos, todos son capaces de generar consecuencias nefastas en las economías de aquellos que comercialicen albaricoques.
Este virus tiene los siguientes síntomas:
- La hoja tiene manchas o anillos cloróticos en el limbo y zonas amarillentas en los nervios secundarios.
- Los frutos se dan deformados con anillo cloróticos en el hueso o semilla.
Este virus es capaz de dispersarse a largas distancias si se transmite por injertos, e incluso por pulgones que vayan de árbol a árbol. No es posible la lucha química para solucionar este problema, por lo que la prevención es completamente importante.
Pulgón en albaricoque
Esta plaga está constituida por insectos del orden Homoptera, que parasitan los árboles frutales de hueso, entre los cuales está el árbol del albaricoque.
Un síntoma evidente de la presencia de dichos insectos, son los retorcimientos de las hojas y los abarquillamientos. Estos animales conviven en colonias que pueden vivir toda su vida en el árbol, pudiendo ser halladas mediante la simple observación.
Los insectos miden aproximadamente 1,5 a 2,5 milímetros, y tienen un largo pico que clavan en la planta para beber el jugo.
El control debe realizarse cuando recién aparecen los pulgones, antes de que el enrollamiento de las hojas sea excesivo. Puede usar insecticidas, pero si está muy avanzada la plaga, será necesario es uso de productos sistémicos.
Oidio en albaricoque
Esta complicación forma parte también de las enfermedades del albaricoque, y es causada por un hongo que deja unas manchas de 1 a 2 centímetros de diámetro, sin definición en las hojas, frutos y brotes, de color blanco y pulverulentas.
Los ramos quedan raquíticos y mueren una vez contaminados. Este hongo se puede esparcir a merced con el viento, así que es importante tratarlo a tiempo para no exponer a otras plantas.
El tratamiento consta del uso del azufre, pero debe emplearse correctamente: No se debe usar con temperaturas altas, ni en los albaricoqueros tipo Búlida y Moniquí, pues son sensibles al azufre.
Monilia en albaricoque
Es una de las enfermedades del albaricoque más terribles, pues causa poca producción de frutos, y en la primavera destruye las flores de los ramos más jóvenes o las mismas hojas del árbol.
Se puede identificar porque luce como una helada. Se genera por medio de la picadura de un insecto o el contacto de dos frutos. El albaricoque también puede quedar momificado. Es posible prevenirla quemando los frutos de aspecto como ese, y evitando las heridas en el árbol.
Para tratar esta enfermedad, se recomienda el uso de iprodiona, clortalonil, maneb, metil tiofanato, oxicloruro de cobre, ciproconazol, mancozeb, entre otros.
Gusano cabezudo del albaricoque
Entre las enfermedades del albaricoque que vienen dadas por animales, esta es una de las más comunes.
Proviene de insectos planos y compactos de color negro o gris brillante, que miden de 15 a 25 milímetros de largo. Sus larvas son de cuerpo plano, y de cabeza con mandíbulas fuertes y negras. Se alimentan de la corteza de las ramas más pequeñas y los brotes.
Puede matar árboles que en apariencia son sanos. Solo una larva puede acabar con plantas jóvenes.
Existen otras complicaciones, como la viruela del albaricoque, que genera innumerables perdidas en los albaricoqueros, abultando y deprimiendo los frutos.
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